Extra: Carta de una clienta a una esteticista

Hola muy buenas, hoy tienes un extra.

Es una carta que cualquier clienta podría haber escrito sobre cualquier profesional de la estética.

¿Por qué esta carta?

Para mostrar vuestro verdadero valor. Igual a mi no me hacéis caso, jaajaja, igual a la clienta si. El día que no sea bueno, ese día que sea más gris de lo que debería, leer esta carta, le dará sentido a vuestra profesión.

La carta, la puedes descargar en el fichero adjunto más abajo.

Querida Esteticista,

Te escribo porque quiero darte las gracias. Sé que quizá no siempre te das cuenta del inmenso valor de lo que haces, por eso te escribo, para recordártelo.

Sé que tus días no son fáciles. Que pasas largas horas de pie, que puede que te despiertes con un dolor de cabeza que te pide a gritos quedarte en la cama. Sé que sacrificas tiempo con tu familia, esos momentos que tanto anhelas, porque eliges estar ahí, por nosotras. Imagino que tu camino está lleno de retos, de alegrías y frustraciones, de sonrisas que se mezclan con lágrimas. Pero a pesar de todo, siempre estás ahí, con una sonrisa, lista para darlo todo, impulsada por una fuerza interna que solo las verdaderas profesionales poseen.

Permíteme corregirte en algo: tú no vendes tratamientos. No, querida, lo que tú haces es mucho más poderoso. Tú cambias vidas. Cuando salgo de tu centro, no solo llevo un tratamiento, llevo la mejor versión de mí misma. Esa versión que sonríe con confianza, que se mira al espejo y ama lo que ve. Esa versión que, gracias a ti, recibe miradas de admiración, porque, aunque no lo admitamos, todas deseamos sentirnos especiales.

Cada visita a tu centro es un respiro, una renovación. Tus manos no solo cuidan de mi piel, sino que también tocan mi alma. Y cuando el día se vuelve abrumador, salgo de tu puerta sintiéndome invencible, lista para conquistar el mundo. Todo gracias a ti.

Te estoy escribiendo con algunas lágrimas, porque siento que cambias mi día a día y el de muchas personas. Haces que me sienta segura, confiada, alegre. Que me atreva a hacer nuevas cosas, a conocer a nuevas personas. A que me deseen, porque a nadie le amarga un dulce. En todo eso, intervienes tú.

Con un simple “uy, que bien te veo” ya me alegran el día.

Así que gracias, no solo por embellecer mi exterior, sino por hacer brillar lo mejor de mí. Lo que haces no es un simple trabajo, es un don, un regalo que transforma nuestras vidas de maneras que quizás nunca imagines. Gracias por ser esa chispa que ilumina nuestros días.

Te mando un abrazo

Una clienta eternamente agradecida

PD: El día que no le encuentres sentido a lo que haces y el día se te haga eterno, lee esta carta y recuerda en todo en lo que eres capaz de transformar y ayudar.

Aquí te puedes descargar la carta:

Que tengas un gran día

Luis