Tinder, Badoo y fidelizar clientes en la estética

Fidelizar a tus clientes es parecido a ligar y lo vas a entender.

 Te voy a contar lo que hacíamos los hombres con unos 18 años para ligar (ya hace 30 años). 

 Por lo menos yo.

 Cuando te gustaba una chica, lo primero, era conocer sus hábitos, saber por donde salía con sus amigas, saber que le gustaba y como era.

 Lo segundo era llamar la atención. 

Sabíamos que era fundamental que la chica se fijara en ti.

Para eso intentábamos ponernos ropa moderna.

 También estar fuertes, aparentar estar fuertes, para eso yo jugaba el rugby. También me gustaba.

 Y que no faltara colonia de la fuerte, yo me ponía la Brummel, a chorros.

 Que oliera bien y desde lejos.

 Había frascos de por lo menos medio litro de colonia, que igual te servía para el sábado noche, que para limpiar las juntas de las baldosas de la cocina.

 Una vez captabas la atención, pues te presentaban y hablabas con la chica.

 Lo fundamental, era no cagarla, eso ya era mucho.

Como yo no sabía muy bien que hablar, decía gilipolleces.

y, ellas se reían. Me podían mandar al carajo, pero sin embargo se reían.

Cuando ella, iba al baño con las amigas,  sabías que había "comité de amigas" y tu futuro se iba a decidir.

Ya sabias que podían pasar dos cosas.

 O que te iba a mandar al carajo.

 O que le gustabas y tras el "comité de amigas" ellas se irían difuminando para dejarnos solos.

 Si era así, pues hablabas, le acompañabas a casa, quedabas otro día o si había suerte, íbamos a lo oscuro (ya me entiendes). 

Después esa relación, podía durar más o menos tiempo, pero en todo ese proceso, se creaba algo.

 Porque conocías a la chica, te habías reído, habías compartido.

 Y, siempre recordabas a esa chica de distinta manera, y con un mayor vínculo. 

 Ahora, tengo amigos que utilizan Tinder, Badoo y plátano baloo.

 

Se ponen su mejor foto, filtros, sus típicas frases que le gustan los deportes de aventura y viajar (que no falte por dios lo de viajar).

 Y prometen, hasta que la meten.

 Quedan a las tres de la mañana, hacen sus cositas y supongo que a ambos les pasa como cuando se pide una pizza familiar, que después de terminar te arrepientes.

 Y sobra.

 Así, que no vuelven a quedar, no vuelven a repetir.

 Todo muy rápido.

 Pues, si quieres fidelizar, no tienes que prometer y vender como se hace en Tinder.

 No te fijes en la venta, fíjate en el proceso.

 En lo que van a vivir.

 En como le captas la atención.

 En lo que le estas ofreciendo y cómo.

En como le asesoras y entienden que tu propuesta, es la solución a su problema.

 Así, es como se fideliza, cuando eres capaz de crear una propuesta de valor que atrapa a esa persona como una "tela de araña".

 Así, se vuelven fieles, con un proceso.

 No con una promesa.

 Esto hay quienes lo entienden y quienes no lo entienden.

 Para quien lo ha entendido y prefiere crear un proceso, tengo una mentoría.

 El enlace aquí:

 MENTORÍA

Un abrazo,

Luis